Madre e hijo
Decirte «te amo» con el alma
Estaba en la cocina tomando mi café, mirando a través de la ventana y agradecida de vivir en ese entorno tan bello, rodeado de pájaros y viendo brotar a la naturaleza.
De repente mi hijo me llamó. Debido a su trabajo siempre está de viaje.
Mamá, me dijo: «Mira las noticias, en China apareció un virus que se está propagando rápido.
Intento coger el próximo vuelo».
Mi corazón dió un vuelco, como si se derritiera dentro de mí. Y mi primer pensamiento fue el no decirte día a día cuánto te amo.
Pero por otro lado pensaba: otra vez nos manipulan con noticias funestas.
Esta vez no era así, el virus comenzó a extenderse muy rápidamente.
Ya está por todo el mundo.
Sentí miedo al pensar si mi hijo encontraría un billete de vuelta.
Por la noche me llamó.
No iba a venir. No encontró billete. Me quede cristalizada.
Día a día la situación es más tensa.
No es nada fácil.
Nunca imaginé algo así, el mundo entero contagiado.
Me siento muy desamparada, lloro y me descargo, pienso en mi hijo, y en aquellas personas en situaciones tan dolorosas, veo las noticias, mucha gente muriendo día a día, ni el entorno donde vivo me fortalece emocionalmente.
Hoy me despertó el sonido de las campanas de la iglesia. Y lo sentí como una buena señal, mi actitud era otra. Llamé a mi hijo y le dije: «estoy muy orgullosa de tí, te quiero mucho mi amor».
Pido para que todo lo que estamos pasando nos cambie para ser mejores.
Pido para que te llegue el billete de vuelta a casa.
Y siento que será pronto.
Ahora le doy valor a tantas cosas que antes siquiera las veía, como el deseo de abrazarte con toda mi alma.
A los dos días mi hijo me llamó.
«Mamá en una semana estoy allí contigo, no podré darte un abrazo, pero estaremos juntos. Yo también te quiero mucho».
Nunca olvidaré la emoción de felicidad y agradecimiento que me envolvió.
Mónica Bereuther
InCírculo
コメント